Esto también es parte del proceso
Este texto habla de lo que no se suele contar al emprender: el cansancio, la duda, la soledad. No da consejos, acompaña. Porque sentirse perdido también es parte del proceso.
DESARROLLO PERSONAL
Martin Alvarado
11/2/20251 min read


Emprender no siempre empieza con una idea brillante o una estrategia perfecta. A veces empieza con una sensación incómoda: una inquietud que no se va, una rutina que ya no llena, o una pregunta que no tiene respuesta fácil. Y en ese proceso, hay días en los que todo parece cuesta arriba.
Hay momentos en los que te sientes solo. No porque no haya gente a tu alrededor, sino porque lo que estás viviendo es tuyo, íntimo, difícil de explicar. Te cuestionas si estás haciendo lo correcto, si vale la pena, si no sería más fácil volver a lo seguro. Y aunque esa duda pesa, también es señal de que estás avanzando.
Porque el camino del emprendimiento no es una línea recta. Es una secuencia de decisiones, tropiezos, aprendizajes y pequeñas victorias que a veces nadie ve. Es normal sentir miedo, frustración o cansancio. Lo que no es normal —y lo que no deberías permitirte— es rendirte sin haberlo intentado de verdad.
Cada obstáculo que enfrentas te está formando. Cada noche de insomnio, cada error, cada silencio incómodo en una reunión, cada vez que te dijeron “no”... todo eso te está preparando para el “sí” que viene. Para el momento en que mires atrás y digas: “valió la pena”.
Así que si hoy te sientes solo, recuerda que no lo estás. Muchos han pasado por ahí. Y muchos han seguido adelante. No porque fuera fácil, sino porque entendieron que ese dolor también es parte del proceso. Que no hay crecimiento sin incomodidad. Que no hay libertad sin riesgo.
👉 Recuerda que emprender no es solo construir un negocio. Es construirte a ti mismo. Y eso, aunque duela, también transforma.