¿Vender productos o servicios?

¿Empezar vendiendo productos o servicios? Este texto te ayuda a decidir según lo que sabes, lo que te interesa y lo que puedes ofrecer, incluso si no tienes experiencia.

EMPRENDIMIENTO

Martin Alvarado

11/28/20252 min read

Cuando decides emprender, una de las primeras preguntas que aparece es:

¿Vendo productos o servicios?

¿Monto una tienda con productos físicos o digitales? ¿O empiezo ofreciendo un servicio que sé hacer bien?

La respuesta no es única, pero hay algo que puede ayudarte a decidir: tu experiencia.

Emprender desde lo que ya sabes

Si tienes conocimientos, habilidades o experiencia en algo —por más pequeño que parezca— ese puede ser tu punto de partida. Tal vez sabes organizar eventos, cocinar bien, diseñar, enseñar, reparar cosas, escribir, cuidar niños, hacer manualidades… y todo eso puede convertirse en un servicio.

Por otra parte, si lo que te apasiona es crear, comprar y vender, entonces un producto puede ser tu mejor camino. Lo importante no es elegir “lo mejor”, sino empezar desde lo que ya conoces, lo que te resulta familiar, lo que puedes poner en marcha sin complicarte demasiado.

¿Y si no tengo experiencia?

Entonces empieza pequeño. No necesitas tener todo resuelto. Puedes probar, experimentar, equivocarte y aprender. Tal vez vendes algo hecho por ti, o revendes algo que te gusta. Tal vez ofreces un servicio gratuito a alguien cercano para ganar práctica y confianza.

Lo importante es moverte, no esperar a tenerlo todo claro. Porque la claridad llega en el camino, no antes de empezar.

¿Qué diferencia hay entre vender productos y ofrecer servicios?

• Vender productos suele requerir inventario, logística y una inversión inicial. Muchas veces se trata de elegir algo que ya existe —como ropa, accesorios, alimentos, artículos digitales— y encontrar la forma de venderlo. No necesitas crearlo desde cero, pero sí aprender a moverlo, presentarlo y entregarlo.

• Ofrecer servicios requiere menos inversión. Solo necesitas tu tiempo, tu habilidad y una forma clara de comunicar lo que haces. Pero a diferencia de los productos, los servicios no vienen “hechos”: tú tienes que diseñarlos. Es decir, definir qué ofreces, cómo lo entregas, cuánto vale y qué problema resuelve.

Ambos caminos tienen sus ventajas. Lo importante es que elijas el que se ajuste mejor a tu realidad actual: tus recursos, tu tiempo, tu energía, tu contexto. Y si no lo tienes claro, recuerda que puedes experimentar, probar, ajustar. No estás obligado a acertar en el primer intento.

Recuerda que emprender no es elegir entre producto o servicio, es elegir avanzar desde donde estás, con lo que tienes, y con lo que puedes aprender.

¿Vender productos o servicios?